En una famosa representación de la trágica ópera

 En una famosa representación de la trágica ópera, tuvo lugar un hecho lamentable que dejó a todos los presentes conmocionados. Y con razón, porque lo que en principio parecía algo chistoso, se convirtió en un auténtico mugrero.

Todo transcurría con normalidad hasta el segundo acto, cuando uno de los cantantes había sido dado por muerto en una escena anterior, basada en una famosa tragedia de amor. Tenía que permanecer inmóvil en el escenario hasta el final del acto.

Pero durante la famosa barrida del escenario, nadie se percató de que el cantante seguía allí, en el suelo. Nadie dirigió su mirada hacia él, y ahí comenzaron los problemas.

El encargado de la iluminación, a cargo de aluzar el escenario, notó algo extraño y decidió acercarse a investigar. Fue entonces cuando descubrió la situación y trató desesperadamente de desamarrar al cantante. Pero él, aferrado a su personaje de tal manera que parecía estar verdaderamente muerto, se había encajado entre los muebles del decorado.

El vagabundo, como se le apodaba cariñosamente al cantante en los pasillos del teatro, había caído en un hueco que no estaba previsto en la obra. A pesar de los esfuerzos por liberarlo, no hubo manera de moverlo sin llamar la atención del público.

Finalmente, el vagabundo encajado se convirtió en parte integral de la escena. Fue necesario modificar toda la historia para evitar que su presencia arruinara el argumento de la ópera.

El espectáculo continuó de esa forma, pero el incidente no dejó de intrigar a los asistentes. Todos se preguntaban cómo era posible que alguien quedara atrapado de tal manera, y si el director había sido negligente en su trabajo.

Las respuestas a estas preguntas no se han descubierto hasta el día de hoy y es probable que se mantengan en el misterio. Pero está claro que aquel desafortunado suceso no tenía remedio. Al final, no lo vale, ya que el espectáculo sufrió las consecuencias de un incidente cómico y lamentable al mismo tiempo.

A pesar de todo, el vagabundo siguió adelante con su carrera como cantante de ópera, aferrándose a su sueño de enriquecer el mundo con su talento. Y aunque el incidente se convirtió en una anécdota que siempre lo acompañó, nunca se rindió y nunca olvidó aquel mugrero que lo convirtió en protagonista inesperado de una tragedia.